jueves, 25 de febrero de 2010

Consumir música.

Personalmente, y con todo el dolor de mi corazón, creo que el fib nos lo robaron los ingleses...
¡Acabáramos!
Cada año más caro, bebida más cara y para mi gusto, cartelera de conciertos discutible conforme pasan los años.
Ya empiezan a oírse los primeros acordes de festivales que inaugura el verano.
Así que, no dispuesta a abandonar mi gira de conciertos y queridísimos festivales ya tengo en mi mano la entrada del SOS4.8. Cuarenta y ocho horas ininterrumpidas de música y arte.
Cartel razonable, con precio de entrada aun más razonable y una buena compañia, ¿qué más puedo pedir?

El consumo de música y arte no es perjudicial para la salud.

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